No importa la postura que se tenga sobre el tema de aborto, debido a su complejidad, siempre va ser un tema sujeto a debate, lo cual considero poco eficiente cuando la discusión solo se centra en si es bueno o malo. Lamentablemente en México el aborto sigue siendo tabú y es considerado un asunto religioso o moral, cuando debería de ser una prioridad de salud pública. Estos obstáculos no permiten que se resuelva el problema de embarazos no deseados desde la raíz, por lo que se proponen soluciones poco planeadas y sin un estudio previo.
La situación actual, me hace inclinarme a favor de que las mujeres tengan el derecho de acceder a clínicas legales de aborto (en la mayoría de los casos). Según el CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), 47.2 millones de personas viven en pobreza y al aumentar el número de integrantes en la familia, el círculo de la pobreza de acentúa, impidiendo que las madres trabajen o aumenten sus años de escolaridad, por lo que aumenta la desigualdad de oportunidades. Si una mujer embarazada decide interrumpir su embarazo debido a su situación de pobreza, considero bastante razonable que el Estado sea el que le otorgue esta alternativa.
Sin embargo, también considero que el aborto legal no es la única ni la última solución, el problema en México empieza desde la falta de acceso a los anticonceptivos. Según informes del UNFPA (Fondo de Población para las Naciones Unidas), 24% de las jóvenes entre 15 y 19 años y el 17% entre 20 y 24 años NO cuentan con acceso a métodos anticonceptivos, información, educación y servicios de calidad. Esto se da sobretodo en mujeres que viven en áreas rurales, indígenas o con nula o baja escolaridad. Al existir un porcentaje tan alto de mujeres sin acceso a anticonceptivos, seguirán los embarazos en adolescentes y jóvenes y por lo tanto los abortos en clínicas en su mayoría clandestinas, lo que ocasiona un aumento en la mortalidad femenina.
Insisto en que el problema va más allá de asuntos morales y que el Estado debe de garantizar los derechos reproductivos de la población, facilitando el acceso a anticonceptivos. Si la situación continúa como hasta ahora, entonces se debe de permitir el aborto de forma segura y accesible ya que es un hecho que México tiene las tasas de aborto más altas del mundo, por lo que el tema a discusión debería centrarse en garantizar la salud de las mujeres para que de esta forma, se logre reducir la mortalidad a causa de abortos clandestinos.