Más que dedicarle mi post a algún o alguna galardonada, me pareció importante resaltar un par de estadísticas que podrían revelarnos un poco las tendencias globales-ideológicas a través de uno de sus reconocimientos más célebres.
Como dato interesante podría resaltar que de 1400 millones de musulmanes solamente 7 han sido premiados y de 12 millones de judíos habitando el orbe desde el inicio del capricho de Alfredo Nobel, 169 han sido reconocidos. ¿Tintes religiosos? No lo creo, simplemente el uso y costumbre de un pueblo a la innovación y creación de cultura en relación a lo que profesa su interpretación religiosa.
Los países que más han sido reconocidos en las áreas científicas (medicina, física y química) resaltan EUA, Gran Bretaña y Alemania que en su conjunto reúnen más premios que el resto de los países sumados. ¿Legitimación de avances? Tal vez simplemente se avoquen a obviar las condiciones bajo las cuales la gran mayoría de los países deben enfrentar situaciones adversas de necesidades básicas. ¿Desigualdad de condiciones? No creo que Alfredo lo haya tomado en cuenta; alimentarse y sobrevivir una guerra y sequía no parece tan asombrosa como descubrir las reacciones de acoplamiento cruzado catalizadas por paladios en síntesis orgánicas (Química 2010). Tal vez para esto exista el nobel de la paz.
Éste último parecería desanimarnos con un pequeño dato: tan sólo 14 mujeres han sido galardonadas con este reconocimiento de paz desde 1905. ¿Falta de reconocimiento y visibilización a la participación no política o humanitaria de las mujeres? ¿Desigualdad de género? Este es un tema demasiado sensible para desarrollar, evidentemente cada quien defenderá desde su trinchera este tópico, solamente quería resaltar este dato. Y en el de literatura: solamente 11. ¿tal vez por haber estado confinadas tanto tiempo en la cocina? Y, ¿qué con Virginia Wolff y muchísimas otras en muchísimos momentos históricos? Pues si de [des]conocimiento se trata la lista es larga: Gandhi encabezándola.
Debo confesar que admiro a todas y cada uno de los y las galardonadas, que reconocerlos forma parte de nuestra cultura occidental, del desarrollo e incentivación de las aptitudes y caminos que consideramos mejor y que el único fin y propósito de este post fue propiciar el analizar el estado global de las situaciones (literarias, bélicas, científicas, etc.) de acuerdo a ciertas estadísticas y dado cierto momento histórico. Esperemos que pronto el nobel de la paz sea innecesario, que no debamos repetir “Es la primera vez que una mujer …” o que algún contexto impida reconocer otras labores que no caben dentro de las descripciones de Alfredito. Estoy orgulloso de cada mexicano y mexicana (inexistente) que haya ganado, simplemente me parece que deberían sumar puntos extras aquellos y aquellas en situaciones de menos privilegio.
Y repito, analizar a quién y de dónde era el recipiente del premio nos habla mucho de ese momento histórico, cual si analizáramos expresiones artísticas, arquitectónicas o gastronómicas.
Peace out!