No detesto ser mexicano, a donde sea que voy lo digo con orgullo, aunque no de mi país, creo que es orgullo de decir “Hola, soy mexicano y mira donde ando”. El orgullo de mi México radica en cosas de las cuales la sociedad actual no es para nada responsable; su cultura
prehispánica, sus bellezas naturales, sus pueblos mágicos, sus playas, y Luis Barragán entre
Esto no es ninguna sorpresa, recordemos la pirámide de Maslow, lo primero que un ser humano busca es cubrir sus necesidades fisiológicas, después su seguridad y después sus necesidades sociales. Es claro que los mexicanos, como humanos que pretendemos ser, primero veremos por cubrir nuestras propias necesidades.
Me gustó este artículo, porque, como muchos otros en la revista, carece de conclusiones inclinadas a un sector de la sociedad, sólo se dedica a poner las cartas sobre la mesa, y dejar que nosotros juzguemos.
Pensemos como un narcotraficante, el que nosotros señalamos por traficar droga y demás, o un secuestrador, o algún otro delincuente… tal vez fue pobre una vez, una parte de la sociedad popular mexicana, y un día le llega la oportunidad de mejorar su vida, a costa de algo incierto, pero al fin, es lana fácil, con la que puede darle lo mejor a su familia. Si acaso él/ella se preguntara ¿hago mal en matar gente, vender droga, robar? Nosotros pensamos la respuesta más obvia. Pero ¿él/ella?. “Después de años de vivir en casa de cartón, tener dificultades para comer, ver como sufre mi familia… por fin vivo bien”.
Pensemos en un presidente o gobernador. Tal vez sus deseos para México o su Estado, antes de llegar a la presidencia eran sinceros, honestos, propositivos, idealistas. Y cuando llega al poder, es amenazado por todos los carteles del narcotráfico, amenazándolo de muerte, amenazando con quitarle a su familia y amigos si no coopera. ¿Qué harían ustedes?.
Para nada lo justifico, sólo quiero expresar mi opinión: la solución no está en luchar contra el narco, no es posible ganar, no en los próximos 100 años, la delincuencia no va a desaparecer, seamos realistas. La solución está en la educación. En tener más oportunidades además de vender droga, aprender a hacer algo que valga la pena, para no necesitar ese tipo de “chambas”. Ampliar nuestra mente. Como decía pau, no tenemos bases, nuestra educación no nos alcanza para proponer soluciones, nos quejamos mucho, claro, pero… ¿y?. ¿Qué proponemos?. Pues no podemos proponer nada, porque no conocemos la historia de nuestro país, ni la política, ni mucho menos.
Si, queremos cambios, queremos derrocar el mal gobierno, ¿pero sabemos cómo?
¿Qué diferencia hay con los países en desarrollo?
Nos quejamos de la invasión extranjera, pero revisen sus alacenas ¿cuántos productos son mexicanos 100%? Nos quejamos de que nos suben la gasolina pero seguimos usando el carro para ir a la tienda de la esquina. Un día hay que decidir no comprar gasolina en todo México, van a ver como nos bajan la gasolina inmediatamente.
Creo que me desvié… ¿cuál era el tema? ¿nuestras raíces? Ah ok, a ver…
Enrique Florescano, asegura en su ensayo Etnia, Estado y Nación: ensayo sobre las identidades colectivas de México (1997), que el problema de corrupción y desorganización no es nativo de nuestra sociedad contemporánea. Las sociedades prehispánicas sufrían de todo esto también, a pesar de ser unos eruditos en las matemáticas, astronomía, y demás ciencias, su problema siempre radicó en la mala organización política, llevándolos a la inevitable decadencia, hasta concluir con la conquista, que fue provocada por la división de pueblos, alianzas tontas. Tlaxcaltecas ingenuos.
Pero bueno, eso fue hace muchos años. Creo que se debe promover más la educación en México, y más que promover, debemos quererla. Los países más desarrollados son los que tienen la mejor educación, eso no es un mito y no es una hipótesis, es un HECHO. Y si todos lo sabemos ¿por qué no mejoramos la educación en México? ¿porqué no nos quejamos de la educación? ¿¡porqué no en vez de proponer marchas para que Aristegui regrese a MVS no hacemos marchas contra la pendeja de Elba Esther Gordillo!?. No me da tristeza la corrupción y la violencia en México, lo que me da tristeza es que sigamos creyendo que podemos pelear contra eso en vez de atacar a nuestros cimientos, todo eso es el resultado de nuestra educación.
Espero les guste y lo piensen. Y lo piensen. Y lo piensen. Y lo piensen.