Yo no estoy para contarlo ni ustedes para saberlo (creo que así no va, pero se entiende) pero el blog personal de Leo tiene casi 1 año abandonado. Y no es que quiera hablar de mí en un blog en el que las disyuntivas individuales salen sobrando ya que es un blog COLECTIVO, simplemente me estoy excusando en caso de que sientan que mi post es muy "soso", aburrido, repetitivo y/o demás adjetivos que pudieran ayudar al desinterés de mi escrito "viernesino".
Bueno, empezamos.
Este amplio género puede dar mucho de que hablar y siempre me encuentro en un dilema de si escribir mucho o poco, no se si los queridos lectores aquí presentes tengan suficiente tiempo de leer todo lo que quiero decir y tampoco sé si les resulta entretenido o interesante. Y ya estoy desvariando otra vez.
Pensé en platicar un poco de "Las batallas en el desierto" de José Emilio Pacheco, o de "Inés del alma mía" de Isabel Allende, o algunos cuentos de Elena Poniatowska; excelentes escritores latinos, pero por el tipo de día que es hoy y el tipo de blog y su historia, quiero platicarles un poco de un autor que ayudó a nombrar este blog: Chava Flores.
Escuchando música en el carro
-oye, ¿te gusta Chava Flores?