Cartel visto en la marcha por la paz.
Ciudad de México, 8 de mayo 2011.
Las cifras hablan por sí solas; la realidad en México no está para negarse y mucho menos para ignorarse como bien dice Chris. Desafortunadamente las últimas semanas he escuchado muchos más relatos que involucran a jóvenes con el narco, y no hablo precisamente de ser parte de un grupo que se dedica a las drogas, sino más bien a aquellos que se han visto como víctimas de las actividades que esta guerra ha traído.
Sorpresivamente también he estado en presencia de varios niños- dentro del rango de 6 a 11 años de edad- que se les hace fácil decir: ‘Mamá, yo también quiero ser narco’. Porque claro, ante una situación tan difícil como en la que nos encontramos, para ellos llegar a ser o participar dentro de la delincuencia organizada es la vía más fácil para la riqueza o el bienestar dentro de la sociedad.
Esto se ve reflejado en nuestra generación la cual en varios sectores se ve inmersa, con un alto (y preocupante) porcentaje de participación y no sólo como un ‘daño colateral’ de la guerra contra el narco que el gobierno decidió emprender.
De acuerdo al a la Oficina de las Naciones Unidas contra Droga y el Delito (UNODC) en su ‘Estudio Global de Homicidios 2011’ ser joven en algunos países de Centro América y de América del Sur ahora es un riesgo latente, entre estos países México está incluido. No sólo por la vulnerabilidad que se tiene frente a situaciones de violencia y delincuencia, sino también por la falta de oportunidades y de un crecimiento sano dentro de la sociedad.
Dentro de este estudio se habla sobre México y las consecuencias de su guerra contra el narcotráfico, para mí es impactante ver no sólo las cifras que ha traído esta guerra, sino la magnitud que ha tenido a lo largo de la república. Prueba de ello, es este gráfico en el cual se muestra la cantidad de homicidios por estado en los últimos 5 años y que este año seguramente tendrá como consecuencia que sumemos a él, más estados que no se tenían contemplados.
¿Qué papel juegan entonces los jóvenes en todo esto?
Ya se había planteado con anterioridad la importancia de la participación de los jóvenes dentro de los temas políticos y sociales en nuestro país. Con esto no se refiere a querer trabajar dentro del gobierno ni mucho menos, simplemente se trata de estar al tanto de lo que sucede en la vida política de nuestro país, de demandar lo que es justo, de buscar ser escuchados y buscar cambiar la política viciada que se tiene. Esto evidentemente no es inmediato y muchas más veces de las que se quisiera resulta frustrante, pero esto no debe detenernos, sino por el contrario, motivarnos a buscar sanar nuestro país.
Porque en un país como el nuestro en el que la poca capacidad del gobierno de ofrecer y mantener una seguridad necesaria así como de proveer la educación de calidad mínima que se requiere nos está destruyendo y no es justo para todos los demás que sí queremos un buen México que vaya hacia adelante y no en retroceso como últimamente lo ha hecho.
Ya lo habíamos hablado en el tema de la semana pasado ¿Qué generación queremos ser? ¿La que no se involucra y la que ve deshacerse al país en nuestras manos o por el contrario, aquella que comenzó a involucrarse, a demandar un cambio, a interesarse por algo más allá que la riqueza?
Yo, como siempre, me voy por la segunda opción.
Les dejo el link de la Caravana por la Paz iniciada, como bien saben, por el poeta Javier Sicilia. Esta, como muchas otras campañas, vale la pena revisarse y de ahí podemos comenzar a involucrarnos. http://movimientoporlapaz.mx/historia/
@labruja_cosmica
Creo que los jóvenes nos perdemos entre la apatía y la ignorancia. Ya sea que ignoramos lo que pasa o que decidimos ignorarlo porque no nos afecta de forma directa; las dos son lamentables. Por eso me gustó el poema de Niemoller, ya que escuchaba hace unos días que en México ignoramos el problema de la violencia hasta que nos afecta de forma directa. No pretendo criticar pero así pasó con los movimientos de Javier Sicilia, Martí y otros; ellos no empezaron movimientos, ni se integraron a movimientos hasta que la violencia les pegó. Les aplaudo los movimientos que han iniciado y los celebro, pero lo que necesitamos es que las personas se integren a estos movimientos o inicien nuevos, o que abran nuevas trincheras; sin ser afectados, o antes de ser afectados, necesitamos luchar por nosotros y por los otros dejando el egoísmo y la apatía en el pasado.
ResponderEliminarLo dijimos y creo que lo repetiremos: Las cifras son claras, eso debería bastar para despertar la indignación de la gente.