Las preguntas que quiero tratar en este ensayo son, creo, las que le dan vida a los diálogos que elegí: Las Leyes y Él Político de Platón. ¿Qué es el político? y ¿Qué es la política? Estas preguntas se pueden encontrar, aunque no de forma directa en Las Leyes, ya que están implícitas y son cuestión de análisis en el camino que toma el ateniense para contestar su pregunta inicial y son las preguntas que le dan vida al diálogo El Político.
El definir al político y su arte fue una cuestión a la que le dio muchas vueltas Platón y a la que no le pudo dar una respuesta concreta. El diálogo que gira alrededor de esta cuestión tiene un final inconcluso, a mi parecer, y en su búsqueda de la causa y origen de los regímenes políticos tampoco pudo englobar el arte de la política, solo la englobaba en la palabra política pero sin una respuesta de fondo.
La travesía empieza en la primera interrogante y cuestión a tratar: ¿es el político un ser divino o simplemente humano? Aunque parece algo simple y sencillo de responder, no lo es, ya que la idea del político ejerciendo en su máximo potencial y capacidades resulta ser un ser divino algo fuera del alcance de ser humano, y debemos recordar que nuestros gobernantes, reyes y/o legisladores son simples seres humanos con la misma dificultad para alcanzar la divinidad que cualquiera de nosotros, esto nos lo muestra Platón en El Político. Una vez que diferenciamos la teoría de la realidad debemos enfocar esta teoría a lo que tenemos frente a nosotros si es que queremos identificar al verdadero político poseedor del arte política.
La siguiente cuestión a tratar se refiere a las leyes. Los griegos manejaban la idea de que existían las leyes divinas y las leyes del hombre, mientras más se parezcan e imiten las leyes del hombre a las divinas mejor van a estar las personas. Pero los que dictan estas leyes son simples mortales imperfectos por naturaleza entonces todo lo que hagan será un reflejo de ellos mismos y por lo tanto serán imperfectos. ¿Qué tan bien van a estar las personas bajo una constitución imperfecta? Pero no cualquiera formula las leyes, lo hacen los que manejan el arte de la política, ya que solo el doctor puede tratar a los enfermos y el que conoce el arte de los metales puede manejar los metales. ¿Qué es lo que sabe el político que le permite formular leyes para los hombres si no es un ser divino?
La idea del pastor de hombres que sale del Político es muy interesante y merece ser analizada. Tenemos que los pastores manejan un cierto arte que les permite conocer como manejar a los animales que están pastoreando; conocen sus necesidades, sus limitaciones por lo tanto pueden atenderlas, satisfacer sus necesidades y cuidar de ellas. El político debido a las funciones que cumple es similar a un pastor pero en este caso de hombres, ya que debe conocer sus necesidades, sus limitaciones, sus placeres y aquí no solo puede sino debe trabajar para satisfacer todas las necesidades cubrir sus limitaciones y brindar seguridad sobre sus propiedades así como justicias.
El problema con esta idea es que el pastor de hombres tiende a ser el rey filósofo de Platón, un ser divino por excelencia y estamos lejos de el. Es necesario regresar a la tierra a la realidad a mirar a nuestros gobernantes para contestar esta pregunta, el problema es que sin la divinización del político no tendríamos algo hacia donde dirigirnos, se necesita manejar la teoría del rey filósofo entre otros para saber que es lo que estamos imitando o al menos intentando hacerlo.
Quisiera incluir a Las Leyes en este análisis, cuando el ateniense usa el ejemplo de los Persas[1], nos enseña que dentro de una monarquía que ha tenido grandes reyes los descendientes de estos no resultan ser los mejores, aquí subraya la importancia de la educación recibida por estos. Sin introducirnos mucho en este tema, si son educados en un ambiente en el que se les cumple cada capricho y nunca tienen que trabajar por conseguir las cosas, crecerán ignorantes pero si tienen que trabajar y esforzarse podrían ser mejores.
Como dice el ateniense, dentro de la historia los regímenes políticos y gobernantes van y vienen, nacen y mueren, progresan y se derrumban; lo importante es rescatar lo que mueve al hombre a formar sociedades a necesitar líderes y a necesitar la política. Se pueden tener buenas y malas constituciones y buenos y malos gobernantes pero ¿Qué hace a los buenos gobernantes? y ¿Qué hace a las constituciones buenas?
Para responder a esto quiero retomar otro punto de Las Leyes, los intereses particulares. Primero analizaré a las constituciones por el lado de los intereses particulares y después retomare mi tema principal, el político.
Según Platón vivimos dentro de periodos de tiempo divididos por las catástrofes[2], estas borran una civilización y el hombre tiene que volver a empezar hasta ser golpeado por otra catástrofe. El ateniense se centra en el diluvio, aquí solo sobreviven las personas que vivían en los montes y nos dice que básicamente son pastores montaraces. Estos sobrevivientes tienen que lidiar con la falta de herramientas y la pérdida de las artes, para sobrevivir se juntan y por medio al diluvio se quedan en las montañas.
Lo importante de este relato antiguo, que hace el ateniense, es lo que hacen los sobrevivientes después, que es juntarse en comunidades pequeñas y viven bajo el régimen del Señorío. El poder lo ostenta el más viejo y se va transmitiendo conforme el tiempo. Cuando las pequeñas comunidades se juntan, para formar lo que serían los inicios de las ciudades, deben lidiar con el conflicto de los intereses particulares. Es en este momento político en el que aparecen los políticos y nacen las constituciones.
Lo que hace el político en estos inicios es defender los intereses de sus particulares. Se juntan diferentes representantes y en base al diálogo llegan a un acuerdo de cuales se respetan y cuales quedan descartadas y hasta prohibidas. Posteriormente esto se presenta ante los gobernantes para su aprobación, aquí vimos el inicio de la legislación. Este momento es crucial en una comunidad ya que el acuerdo al que llegaron va a definir si sobrevive su comunidad, si va a ser vulnerable ante otras comunidades o si va a marcar el inicio de conflictos internos.
El político en este caso en la forma de los representantes, debe tener ciertas habilidades para acordar, decidir y formular las leyes que regirán su comunidad. Deben conocer a su pueblo, deben poder ver y medir las consecuencias de sus acciones y hasta de lo que no hagan. ¿Cómo pueden lograr la paz, el orden y el bienestar de todos?
Regresemos al Político, una idea de Platón con la que estoy totalmente de acuerdo es la analogía del arte de tejer. El político debe de saber tejer, tanto las acciones como las decisiones que debe tomar no son cualquier cosa que se pueda tomar a la ligera. No cualquier persona puede estar a cargo de una ciudad, ya que no es cuestión de una herramienta mal hecha sino una mala decisión afecta a terceros a otros seres humanos y si es una persona con consciencia los errores le van a pesar mucho o simplemente el pueblo no perdona.
Lo que se necesita es una persona sensata, prudente y justa, una combinación un poco complicada pero son condiciones necesarias para que se pueda lograr lo que una comunidad necesita: libertad, justicia y razón. Una ciudad que no combine estos elementos tendera a los extremos y aquí me parece necesario sacar a colación el “justo medio” de Platón.
El justo medio es una idea que utiliza y desarrolla en los dos diálogos. Pero la utilizada en las leyes es en la que quiero profundizar, para eso es necesario tomarlo desde un poco antes. El ateniense, siendo el que lleva el diálogo, dice que hay dos regímenes de los cuales parten todos los demás, la democracia y la monarquía.[3] Los Persas son la monarquía y los Atenienses la democracia; para el ateniense las dos sociedades están mal.
Las democracias, y en este caso la ateniense, se van mucho por el lado de la libertad. El problema esta en que esta puede convertirse en libertinaje, debido a que dentro de su libertad se les esclaviza; el uso de la constitución le da a la gente libertad en muchos sentidos pero al mismo tiempo los limita dentro de las leyes que están establecidas, al limitar a las personas llega el momento en el que salen personas que buscan rebelarse y algunas veces lo hacen sin sentido alguno lo cual tiende a llevar al libertinaje o nada mas a conflictos internos.
Las monarquías no se salvan ya que esclavizan a las personas bajo el régimen y las decisiones de solo una persona, lo cual le quita la libertad a la gente pero mantiene una justicia como ningún otro régimen y si no hay un exceso de autoritarismo puede tener cierta imparcialidad.
Platón, mediante el ateniense, nos dice que no se puede estar en los extremos, para que una ciudad este bien regida es necesario que cumpla con las tres condiciones mencionadas antes: la libertad, la justicia y la razón. Por eso las variaciones de los regímenes políticos madre, denominados por Platón, son la mejor opción. Es una idea con la que esto de acuerdo, si vemos actualmente no tenemos un régimen político o gobierno definido y que sea o tenga elementos de esencialmente de un régimen, los países cuentan con democracias modificadas según sus necesidades e intereses y según el funcionamiento del país o simplemente por tradición e historia.
Un político debe manejar el arte de la política para crear leyes que se adapten a los intereses particulares de las sociedades, o que al menos concuerden con y sean aceptados por la mayoría, estas leyes deben funcionar por el bien de la gente y deben ser claras para que puedan ser comprendidas por las personas. El político debe cuidar tres aspectos, según Platón, al legislar: “El legislador debía poner sus leyes mirando a tres blancos: a que la ciudad para la que legisla sea libre, a que esté bien avenida consigo misma, y a que sea razonable”[4]
Lo que dice Bobonich es su texto me será de utilidad, el plantea que para Platón las personas deben ser persuadidas, de una manera racional, de que las leyes son lo mejor y les servirán para vivir mejor. Bobonich resalta tres puntos de la posición de Platón voy a explicarlos porque es algo en lo que concuerdo con los dos autores, las personas cuando buscan ser persuadidas lo que en verdad buscan es que les enseñen que la mejor forma de vida es siguiendo las leyes; las leyes no solo restringen y adornan estas enseñan y educan a los ciudadanos; por último Platón espera que las leyes estén bien fundamentadas y se acerquen los mas posible a un argumento filosófico.
Esto es parte del justo medio, debe existir un equilibrio entre las leyes y el político y esto hace la política. El político por mucho que maneje su arte debe estar regido del mismo modo por las leyes sino de que manera está limitado, si va a legislar tiene que legislar para todos incluyéndose a si mismo porque si legislas para los demás no te vas a preocupar tanto que si legislas para los demás y para ti mismo, uno se esmera y se preocupa más cuando le afecta a uno mismo que cuando es para otra persona.
Morris menciona mucho la falta de conclusiones en el Político, es algo con lo que concuerdo, porque así como busque centrarme en las preguntas que movieron ese diálogo la falta de respuestas o conclusiones hizo difícil el que pudiera definir bien al político y su arte. Platón da muchas características pero falla en definir, en englobar lo que es un político y lo que es su arte, las habilidades que debe tener. Lo mas cercano a la conclusión es el desarrollo de la analogía del arte de tejer con la política, y en Las Leyes en mi opinión si encuentra el origen de los regímenes políticos pero se olvida de la causa, aunque muestra las causas de porque fallan o fallaron ciudades con todas las condiciones para trascender.
El político y la política vienen del área social del hombre, de la necesidad de formar sociedades para sobrevivir y cubrir las limitaciones naturales que tenemos. Si el hombre no fuera imperfecto por naturaleza y su naturaleza fuera fácil de contener, no sería necesaria la política. Cuando digo política me refiero mas que nada a la habilidad y necesidad de legislar del hombre, en los diálogos se ve que el hombre no puede estar sin reglas o mejor dicho leyes que limiten sus acciones o le recuerden de vivir de cierto forma que supuestamente es la mejor, o es la mejor según los intereses particulares de la sociedad en la que vive.
El político es la persona que tiene la habilidad de cubrir estas necesidades e intereses particulares de la sociedad. No cualquier persona puede resolver los problemas de la comunidad, el político es el que puede mantener el orden dentro de una masa de personas, puede definir reglas para evitar problemas mayores, decidir cuando nadie mas sabe que hacer y actuar para evitar repercusiones de una mayor magnitud. El que sabe cuando debe actuar fuera de la ley para mantener el bienestar de la sociedad. El que sabe vincular y distribuir las demás áreas y artes del hombre para satisfacer los huecos que no puede cubrir el hombre por si mismo como un ente solitaria.
El político es la persona que puede conseguir lo que necesita una ciudad, de nuevo usaré una cita de las leyes para explicar esto: “La ley no debía establecer poderes grandes ni tampoco absolutos [...] la ciudad tenía que ser libre y sensata y estar en amistad consigo misma y que el legislador debía poner sus leyes con la mira en todo ello”[5] esto es lo que debieron buscar los reyes de Argos y Mesenia y fallaron en conseguirlo, por el hecho de que no cualquier persona puede lograrlo, por eso la política es una ciencia y el político es una persona que se separa del resto de los seres humanos como cualquier otro que domine un arte.
[1] “Las Leyes”, libro III 694 a – 695 b
[2] Véase “Las Leyes”, libro III 677 a, b
[3] Todos los demás regímenes son variaciones de estos y hasta combinaciones para poder tener “libertad y concordia concertados con la razón” Las Leyes, libro III 693 d
[4] Las Leyes, libro III 701 d
[5] Las Leyes, libro III 693 b
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