La Gastronomía se define como el estudio de la relación del hombre con su alimentación y entorno. (RAE)
En el 2010 la Gastronomía mexicana y la Gastronomía Francesa fueron nombradas Patrimonio de la Humanidad. Es decir, la UNESCO reconoció la influencia que tiene la alimentación mexicana en (valga la redundancia) los mexicanos y la cultura de nuestro país.
Sin embargo, yo creo que la influencia de nuestra gastronomía se expresa de maneras muy diferentes a la francesa. Por ejemplo, la magia de la comida francesa no radica en su preparación. No es coincidencia que los platillos congelados sean una industria creciente en este país. Su magia radica en el momento de su consumo, cuando toda la familia está en la mesa con los platillos al centro y en medio de conversaciones de política y quejas contra el gobierno, degustan postres, carnes, quesos, etc.
Ese no es el caso de la mexicana. Debemos de recordar que durante muchos años el papel de la mujer en la sociedad mexicana estaba muy por debajo que el del hombre. ¿Eso qué tiene que ver con la comida? Pues que los momentos de "comida familiar" por lo general no existían. Cuando el marido llegaba de trabajar, él comía primero que la esposa, porque esta tenía que calentarle las tortillas, calentar los guisados, etc. etc. etc. Por eso para mí, el verdadero encanto de nuestra gastronomía no lo encontramos en las mesas de las casas, sino en sus cocinas. En esos cuartos donde los sabores, olores, texturas, colores y sonidos se entremezclan; ese cuarto donde las mezclas siempre van acompañados de sabiduría ancestral; ese cuarto donde presente, pasado y futuro se reúnen.
Yo recuerdo mi niñez con los sabores de las tortillas recién torteadas, con el aroma de los frijoles cocidos. Recuerdo la textura de las hojas de maíz mientras las separábamos del elote... y recuerdo el sonidito del molino cuando metíamos los granos para sacar la pasta y hacer tamales. En casa de mis abuelos maternos, el espacio de convivencia sigue hasta nuestros días en la cocina, donde todas las generaciones (en su mayoría mujeres) se concentran en las fiestas, reuniones o visitas. No por obligación, no por imposición... por costumbre. Porque hemos descubierto que, como dice Laura Esquivel, "Lo malo de cortar la cebolla es que cuando uno comienza a llorar luego no puede parar". Porque sabemos que una salsa queda en su punto si mientras mueles los ingredientes, también mueles tus penas.
Y porque el refrán, "El Amor entra por el estómago", no miente.
No es coincidencia que usemos la comida para comparar o expresar sentimientos. Sólo échenle un ojo a un libro de refranes y se darán cuenta que la comida está presente en el 90% de ellos. Que las profecías se hacen con ayuda de los tamales. "Al que nace pa' tamal del cielo le caen las hojas". Que los mejores consejos amorosos siempre incluyen al pan, "No sólo de pan vive el hombre". O que el molcajete no es amigo de una buena imagen. "Te colgaste hasta el molcajete".
Por eso amo la comida mexicana, porque su sabor toca más allá de nuestra boca. Y como dice el refrán: "El muerto al hoyo y el vivo al bollo".
Buen provecho!
Me pusiste a pensar que, a pesar de haber visitado varios países, nunca he tenido la oportunidad de vivir la cultura familiar y costumbres tan de cerca como tu lo haces ahora... eso está buenaonda.
ResponderEliminarY.. mi platillo favorito es chiles rellenos (favorito de favoritos, no de comida mexicana), y... ¿qué crees? Eso comeré en unos minutos, jojo.