Por ahí dicen que hay temas que uno no debe tocar en la mesa: religión, política y futbol. Es cierto que casi siempre termina habiendo una batalla campal por la diferencia de opiniones y las críticas que, a veces, son tan distantes y difieren mucho de lo que uno quisiera. Pero no por eso, uno debe dejar de hablarlos, de exigir, de analizarlos y de compartirlos con otras personas; finalmente al hacerlo uno recibe críticas constructivas que ayudan a conocer mejor el problema.
En lo personal, soy reservada en cuanto a hablar sobre política mexicana (pero no sólo es la política mexicana, eso pasa en política en general)… porque en verdad no me gusta; la analizo, la critico y luego lo hablo con algunas personas; doy mi opinión cuando es necesario, siempre siendo pertinente con mis ideales y creencias.
El tema de esta semana, es complicado pero fundamental. Es complicado en cuanto a que hay muchas variables y es un círculo vicioso que a simple vista no nos atañe a nosotros; que podría, incluso, ser lejano. Es fundamental, porque es una condición de vida que lamentablemente existe en nuestro país, como en muchísimos otros en África, Europa, Medio Oriente... y que de alguna manera debemos de parar, por el simple hecho de que es atroz.
Mucho nos quejamos sobre la intención de Estados Unidos de poner una barda en la frontera Norte de nuestro país; no sólo nos quejamos… ¡nos indignamos! (Y, a mi parecer, con justa razón); pero hay muy pocas personas que saben que es lo que sucede en nuestra otra frontera. ¿Qué es lo que pasa en la frontera sur de nuestro país?
Debo de confesar-vergonzosamente- que me incluyo en ese grupo que no está al tanto de todo lo que sucede. Tenía una noción bastante superficial al respecto, así que decidí involucrarme un poco más estos días en las noticias e informes referente a este caso. En mi experiencia en el campo de los Derechos Humanos y en temas de Desarrollo- más en el primero que en el segundo- muchos de los problemas que suceden hoy en día, en México, se atribuyen inmediatamente al gobierno y su ineficacia. Si, es cierto, el gobierno es ineficiente en cuanto a la aplicación de políticas públicas referentes a estos temas (pobreza, migración, derechos, etc.), pero no es su culpa enteramente el que ahora las instituciones se hayan desvirtuado y que la sociedad civil no participe activamente, sino por el contrario, se muestre apática y escéptica; lo cual, si me preguntan, es un problema terrible que no nos deja avanzar tampoco.
Como en muchos de los países en vías de desarrollo, hay muchas situaciones políticas, económicas y sociales que son inestables. Este punto es fundamental, ya que son estos factores los que obligan a los individuos a moverse de su lugar de origen, de manera legal o ilegal, en busca de una mejor oportunidad de vida. En el caso de los mexicanos que migran a Estados Unidos es un tema que lo vemos a diario en las noticias; y que hay una violación de Derechos Humanos por tratar de evitar que logren establecerse del otro lado. Sin embargo, es una ruta ‘menos cruel’ (ojo: no estoy disminuyendo la importancia y crueldad de los problemas en la frontera sur, sólo no es el tema de esta entrada) por así decirlo que la que se lleva a cabo por migrantes centroamericanos-principalmente- o del sur del continente.
Amnistía Internacional calificó el paso Centro América-México-Estados Unidos como la ruta más peligrosa del mundo. El viaje que deben de hacer estos individuos para llegar a Estados Unidos y cumplir su tan famoso ‘sueño americano’, es exhaustivo y peligroso. Los índices de violencia hacia migrantes provenientes del sur de nuestro país es impresionantemente alto; y lo lamentable de esta situación es que las autoridades mexicanas están al tanto de esto, pero no le dan el seguimiento necesario para poner un alto a estas situaciones.
Las rutas más transitadas están protegidas para evitar que haya un paso de ilegales por el territorio mexicano; es por eso, que mucho de los individuos buscan otros caminos para llegar a su destino, logrando así ser un blanco fácil para muchos grupos delictivos en nuestro país. Estos grupos engañan a las personas prometiendo un futuro maravilloso que en realidad termina siendo un camino de tortura, violación, secuestros, asesinatos y problemas de trata.
Hay muchos casos de personas que se acercan, aún siendo ilegales, a las autoridades mexicanas o que escapan de estos peligros en busca de ayuda; lo único que obtienen es que estas autoridades los entreguen de vuelta a los criminales. En 2007, un grupo de migrantes se acercó a una comunidad religiosa, en dónde declararon los abusos a los que eran sometidos; el padre a cargo de esta comunidad, el Padre Solalinde, decidió ayudarlos y actuar para evitar que siguiera existiendo esta situación. Las autoridades mexicanas detuvieron al Padre y de la misma manera golpearon a los migrantes; poco tiempo después fueron liberados, y ahora el Padre busca pelear por los Derechos Humanos de estas personas aún estando amenazado por diversos grupos criminales.
No debemos olvidar que sin importar cuáles sean los motivos de estos individuos de moverse de su lugar de origen, siguen teniendo Derechos Humanos, mismos que deben de ser respetados y fomentados.
Si les interesa leer más información sobre el tema, les dejo un informe de Wola y el Centro Prodh dónde explican un poco el problema en la frontera Sur y da algunos testimonios sobre el mismo. También pueden firmar una carta de Amnistía Internacional que busca defender al Padre Solalinde en su lucha por los Derechos Humanos de los migrantes. Actúen también para proteger a los migrantes.
No se les olvide que aunque parezca lejano, sigue siendo un problema que nos corresponde a todos.
*De requerir más información sobre situación de Derechos Humanos, pueden contactarme sin ningún problema. Toda la información fue gracias a la ayuda de Amnistía Internacional, sección México.
Después de leer tu post no pude evitar pensar en Mafalda..."¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?" La verdad es que yo soy de las que me indigno con cada situación que se da con nuestros vecinitos del norte. Pero también soy de las que se muere de pena con cada irresponsabilidad de nuestra parte.
ResponderEliminar"¡Sonamos muchachos! ¡Resulta que si uno no se apura a cambiar el mundo, después es el mundo el que lo cambia a uno!" A mí se me hace muy difícil aceptar que estas cosas pasen... que dejemos que pasen... Estoy segura de que no nacimos con nuestra dosis de valemadrina bajo el brazo, pero poco a poco con el tiempo (o la tele o la escuela o la hueva o que sé yo....) nos unimos al resto que no hace nada por cambiar la situación en la que vivimos. Me preocupa pensar a qué nivel tendrán que llegar las cosas para que despertemos como país... Ojalá reaccionemos a tiempo
P.D. Esta re interesante el blog, siempre que me doy la vuelta encuentro un par de cosas interesantes para reflexionar, investigar, ver, leer and so on. Felicidades chicos :)
BEXBEX, muy interesante tu post, me gustó mucho, me tuvo en intensidad mental desde que empezó. Guardaré mis opiniones para mi post del viernes (otherwise, mi comentario será demasiado extenso)
ResponderEliminarArgen, que bueno que te gusta el blog, no sabes que gustote nos da. =). GRACIAS!! =).