Leo nace en la Gran Bretaña, un pueblo perdido en la isla mayor, a los 19 años ingresa a una alta academia prestigiada de estudios en arte para pronto ponerse en contacto con personalidades y nombres ya reconocidos.
A sus efímeros 20 años plantea a sus padres haber conocido el hombre de su vida y huye a Francia, sin embargo ésta se encuentra en plena división y a punto de sucumbir ante los regímenes Nazis. Por lo que debe huir a España, donde por situaciones ajenas a su voluntad consciente es internada en un hospital psiquiátrico por su padre. Este periodo marcará significativamente su vida y sus obras posteriores.
Como ya es costumbre, vuelve a escapar, ahora a Lisboa donde encuentra refugio en la embajada de México, por azares del destino encuentra un nuevo amor, que la llevara a vivir a México, el desencanto por el hombre llega tan pronto como su enamoramiento por este país surrealista, una implosión creativa se inserta en su mente y sólo tiene ojos para expresarse artísticamente.
Leo se hace de amigos interesantes y de experiencias que le enriquecen la inspiración. A sus 46 años viaja a Chiapas, lee el Popol Vuh, visita los pueblos originarios que continúan viviendo con tradiciones precolombinas. Considera que este mundo visual no es intelectualizable ni compatible con las mentes modernas cuadradas. Aún así logra expresarse artísticamente sobre fundamentos precolombinos y usos modernos. So, con bases míticas, místicas y personajes de su propia creación nace "El mundo mágico de los mayas" su mural cumbre.
Leonora Carrington se convierte en una artista mexicana de gran renombre por su arte surrealista, permeado por su vida tormentosa, sus relaciones personales e impacto de la cultura precolombina. Como suele suceder, los ojos ajenos logran aprehender de mejor manera el expresionismo mexicanoide y Leonora logra plasmarlo en sus obras pictóricas, literarias, etc. Este post va dedicado al último eslabón surrealista que como bien sabemos murió.
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