Los Años Maravillosos

Antes de que empiecen a leer quisiera hacer dos aclaraciones: 1) debido a que es un tema sumamente amplio he decidido dividir los años sesenta en dos partes y hablaré de la segunda parte, cabe destacar que realmente no es una partición exacta a la mitad y 2) para la lectura de esta entrada les recomiendo den ‘play’ al video que se muestra aquí abajo y escuchando la canción comiencen su lectura para tener un mejor ambiente. No se distraigan con el video después lo podrán ver con calma si gustan.



Unámonos en una sola voz de protesta por una sociedad más liberal en la que nadie esté excluido; defendamos la diversidad de creencias religiosas, políticas y sexuales. Usemos la música y el arte como expresión inequívoca de que estamos dispuestos a generar un cambio en una sociedad conservadora en donde la brecha económica se hace más latente y en la cual nuestros ideales no están representados, para que el gobierno nos incluya a todos en los temas que nos interesan, no en una guerra que no pedimos. Rompamos las barreras de la discriminación, respetemos al medio ambiente evitando el consumismo desmedido y al final demostrémosle al mundo que lo único que necesitamos es amor.

¡Hagamos el amor no la guerra!


Los años sesenta: era contracultural por antonomasia; época de descontento social, de problemas raciales y políticos, de la eterna búsqueda de la paz, el amor y el equilibrio espiritual. Por supuesto, todo esto se puede resumir en dos palabras: movimiento hippie. Cuando pensamos en los años sesenta nos remontamos a ideas como: Vietnam, sexo, drogas, Woodstock, amor y paz. Pero ¿por qué es que para muchos es la época ideal o en la que nos hubiera encantado vivir? ¿Es acaso que todos en el fondo lo único que queremos es llevar la vida de un hippie como los recordamos?

Que alguien me diga por favor qué cosas de las mencionadas anteriormente hemos superado o qué cosas hemos cambiado. Es cierto, esos problemas sociales, políticos y económicos por los que tanto pelearon aún siguen presentes, pero lo importante de todo esto es que los hippies fueron, precisamente, el catalizador que logró que temas como la discriminación, la guerra, la liberación femenina o el medio ambiente fueran parte de la agenda mundial.

Más allá de vestir ropa holgada, usar el cabello largo y consumir drogas, los hippies fueron y son un ícono de los años 60 en dónde se dieron importantes cambios sociales en el mundo. Pero debemos de ver el inicio de estos movimientos, pues no es lo mismo hablar de este movimiento en América Latina que en Estados Unidos o en Europa ya que de esta manera podemos entender la influencia de estas ideas en años siguientes.

En Estados Unidos comenzó como una urgencia de cambiar los estándares considerados como burgueses, en donde se pudiera llevar una sociedad liberal en muchos aspectos que en ese entonces eran temas tabús y que posteriormente se convirtió en una protesta en contra de la guerra de Vietnam. Esta oleada influyó en muchas partes de América Latina logrando mezclarse con temas revolucionarios y políticos. Por su parte en Europa el movimiento comenzó con la idea y la creencia del cambio astrológico y el inicio de la ‘era de acuario’; ésta sería la época en donde la humanidad presenciaría muchos cambios y por ello se debía de preparar de una manera más equilibrada con su ambiente y los demás que lo rodean.

La realidad es que este movimiento fue un parte aguas en la historia mundial, lograron poner en la mesa temas que antes no se consideraban y de la misma manera comenzaron a abrir las puertas a una nueva imagen de la sociedad civil que en esos momentos no estaba delimitada o ni siquiera figuraba en muchos de los países. Por esta razón, no fueron bien vistos por la muchas de las familias conservadoras, ni que decir de los gobiernos, que por cualquier vía buscaban desacreditar o erradicar este movimiento.

A mi parecer tenemos el referente y siempre se habla de los hippies pues ellos lograron movilizar y despertar a una sociedad que se encontraba vulnerable, cambiando los estándares de vida común y destapándose a una vida mucho más liberal. Para muchos otros se habla de este movimiento pues se presenta como una idea incompatible con nuestro mundo globalizado y capitalista y como una crítica a la idea de un sistema socialista que nunca llegó a plasmarse por completo o que no llegó a concretarse.

Hace algunos días hice un comentario en mi Twitter y como respuesta obtuve un ‘ve a lanzar flores porque traes toda la actitud hippie’. El querer tener una vida de hippie o vivir al estilo de hippie no se basa en vestirse con blusas flojas y pantalones acampanados y arrojar flores al aire, tampoco se trata de hacer fiestas masivas y drogarse escuchando música de The Who a todo volumen o de hacer marchas cada tres segundos, la esencia va más allá. ¿Realmente entendemos qué es tener una actitud hippie? Es más, en estos momentos en nuestro país ¿es viable siquiera referirse a este movimiento y actitud hippie?

Creo que nosotros no entendemos lo que es una actitud hippie más que de manera superficial. De una manera sencilla podemos explicar que ellos surgieron en un momento y como una contracultura a un sistema que estaba pactado y al cual todos estaban acostumbrados. Nosotros podemos decir que era obvio que los jóvenes protestaran por una guerra o por el mal uso en el medio ambiente, pues hasta nuestros días estos problemas nos siguen atacando. Sin embargo, la esencia de experimentar algo nuevo-y no hablo de drogas o de sustancias alucinógenas- y la magia de plasmarlo en un movimiento artístico y musical actualmente está lejos de lo que fue en su momento. No basta con decir ‘mando buenas vibras al mundo’ o ‘no importa, hagamos lo que se nos antoje no nos pueden mandar’ para decir que entendemos las razones de la existencia de esta actitud hippie. Claro, es válido encontrar símiles para decir que preferimos llevar una vida de hippie, pues metafóricamente hablando es el mejor tipo de vida que alguien puede llevar, al menos eso parece.

Hasta hace unos días platicaba con un compañero sobre la situación que vive nuestro país (y estoy consciente que muchos de los países actualmente) y realmente creo que nos vendría bien una dosis de la verdadera actitud hippie. La sociedad civil duerme, nos quejamos pero no generamos un cambio; y que conste que no hablo de amarrarnos a un árbol o morir de hambre para pelear por un ideal. Creo que a estas alturas no podríamos aguantar volver a la actitud hippie de los años sesenta, porque esa es única de esa época, a nosotros nos servirá un movimiento tal que nos sacuda como en aquel momento lo lograron aquellos personajes a los que hacemos referencia, que logren que en una sola voz se escuche lo que pedimos.

¿Será muy idealista creer que podemos crear un movimiento sesentero a estas alturas del siglo XXI?



Nota final: la canción se llama San Francisco (Flowers in your Hair) de Scott McKenzie. Esta canción se refiere al movimiento 'Verano del amor' que se llevó a cabo en San Francisco en 1967; siendo un momento histórico musicalmente hablando. Scott McKenzie sólo tuvo este éxito.