"Our art movement is not needed in this country."
— Andre Breton
Anaïs De La Roussélerie y Steven Bowdy son una pareja de aventureros y viajeros empedernidos, se conocieron en sus semestres de intercambio en Barcelona, pues ella es de Lille y él es de Miami. Después de regresar a sus respectivos países a terminar sus carreras han decidido continuar con su relación y su práctica del español en un país interesante: México, el primer destino de estadounidenses fuera de su país (aprox 1 millón de ellos) y de gran interés para franceses, sobre todo por su eterna y amistosa relación y atractiva cultura [in]compatible.
Deciden empezar por la Ciudad de México antes de revisar otros potenciales destinos como Playa del Carmen o San Cristobal, no están seguros de si un lugar cosmopolita moderno o autóctono y tradicional. Recorren Polanco, la Condesa, en una mala interpretación del mapa terminan en Vallejo y deciden encomendarse a Dios, consejo recibido por una señora que los vio perdidos. Para saciar su impronta hambre deciden entretener el estómago con garnachas de la salida del metro en lo que encuentran algún Bistrot más en la noche que se apegue más a sus costumbres culinarias.
Para evitar infortunios geográficos suben a un taxi revisando que esté en orden, aunque “el de la foto” no se parezca al conductor, éste último, impaciente por el tráfico se dedica a cambiar de estación de radio cada minuto, escuchan a Anahí feliz por ser la mexicana con más seguidores en Twitter deseando que más gente se una para seguir también a Werevertumorro o ‘La Aristegui’ que le pisan los talones.
En las noticias mencionan el recorte a los fondos de la UNAM, el nuevo escándalo de Ninel, el aumento de las estrepitosas discusiones de la Femexfut así como la nueva fallida reunión con Obama , que la pobreza crece a pesar de que la economía lo haga también. Se les acercan a vender lupas y mapas de México de foamy en el camino al hostal en el Zócalo. Se sorprenden porque la gente los observa como si ser blancos y altos fuera pecado, a pesar de no ser ni remotamente más guapos que los protagonistas de las telenovelas que ve la gente en las taquerías.
Entran a la catedral, símbolo del orgulloso catolicismo en México, pero la concurrencia cuantiosa no les permite entrar muy al fondo por lo que mejor deciden hacerse “una limpia” a un costado de ahí mismo.
En la calle deciden acelerar su aprendizaje del español comprando la colección de poesías de Octavio Paz así como el “libro vaquero” recomendación especial del vendedor ambulante quien pensó sería una buena venta.
Dentro del hostal intentan conectarse en Infinitum para buscar departamentos, pero tienen continuos problemas con la red, les comentan que es normal, es un servicio defectuoso y con calidad de exportación al resto de Latinoamérica.
Finalmente para salir a cenar, Anaïs complementa su Pineda Covalin con zarcillos de Teotihuacan, su nueva bolsa con la cara de Frida Kahlo y de la mano de Steven que solamente se pondrá lo que consiguió en barata en Zara, pues guarda dinero para las artesanías que seguramente habrá que regatear.
Dos meses después se les ve feliz, aunque por separado. Anaïs ahora tiene un novio mexicano y vive en la Roma Norte, recién han regresado de Oaxaca con más cosas de las que caben en su maleta. Steven vive ahora en el Estado de Guanajuato con otros 500,000 estadounidenses, ha puesto un B&B y cuando se aburre acude a León por noches de encanto y diversión.
La comida favorita de Anaïs son los tamales, con MUCHA salsa, pero que no pique, acompañada de agua de Jamaica porque es diurética y sabe bien. Steven es accionista del nuevo McDonalds de San Miguel de Allende. La historia tiene un final feliz, aunque ya no son amigos ni en facebook.
Personajes basados en una historia ficticia, basada en los más de 1millón de extranjeros en México.
JAJAJAJAJA, surrealismo puro, y común...
ResponderEliminarjajaja muy divertido
ResponderEliminarno lo he leído aún pero quería solo decir que me ganaste con el título!!! Justo ayer me pasé la tarde escuchando a Paolo Conte.
ResponderEliminarAhora sí ya lo leí... jajajaja que GRAN post.
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