Debo confesar que el título de la semana no me decía nada, hasta que mis grandes compañeras y compañero tuvieron a bien de versarse sobre el tema, con el miedo de caer en algún existencialismo de Unamuno o de Ortega y Gasset, sin el afán de tener un resentimiento Kafkiano, para mí las ficciones verdaderas son aquellas expresiones artísticas que, siendo más que notas, un lienzo, actores, una imagen, etc., logran hacerte creer la historia, cuento, leyenda.
En este sentido hablaré de música, la consecución de notas musicales, arpegios, voces (en algunos casos) que al unirse intentan comunicar algo; algún sentimiento, evocándolo y arrastrándolo desde lo más profundo de uno hasta la piel.
Sin duda uno de los mejores discos de LA vida entera es “Into the wild” por Eddie Vedder, desprendido de la película homónima (que no incluiré aquí porque es OTRO tema magnífico). Pocas veces han existido una serie de líricas, sonidos, voz e instrumentos que me han dejado sin habla, aún menos un disco completo.
Al salir de la película uno típicamente se queda sin habla, yo, pensé en conseguir la banda sonora lo más pronto posible, cada canción, cada palabra, cada canto, cada cambio de nota están pensados estratégicamente para anudarte la garganta. No hace falta una orquesta, no hace falta un soprano y barítono, no hace falta nada más que Eddie, su guitarra y su genialidad lírica. La manera en que logra transportarte de sus palabras creadas, ficticias, manufacturadas hacia un estado real de indefensión, depresión, abstracción es sin igual.
Les agrego un fragmento de la película y de una canción “The wolf” que sin decir nada, lo dice TODO.
¡Uffff! Es un verdadero lujo y privilegio dejarse llevar por la música :)
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