Por si no quieren leerlo todo les propongo elijan leer sólo la cronología del Sitio 1 o del 2, o saltarse hasta el final.
Sitio 1.- Me levanto temprano en el departamento de mi amigo Lorenzo en los suburbios de Roma para tomar el desayuno con él y sus padres, ellos parten a sus labores y mi amigo a revalidar sus materias a su universidad, yo dueño del departamento, tomo una ducha, me visto, trazo mi itinerario del día y salgo del edificio a tomar el metro.
Sitio 2.- Estamos en un lindo, pintoresco y abundante en flora hotel en San Cristobal de las Casas mis padres, hermano y yo cuando les poso la tormentosa pregunta que tanto estresa a mi familia -¿Cuál es el plan de hoy, qué haremos? (Sí, tiendo a ser un poco freaky en el orden y planeación). Mi padre sonríe orgulloso de la respuesta que me va a dar –Iremos a que tu madre se asuste como cuando vinimos hace 25 años.
Sitio 1.- Me bajo en la parada Ciprio Musei Vaticani que engañosamente no es la más cercana a la Plaza de San Pedro, camino y camino, mi deporte favorito y que practiqué a niveles olímpicos en mi estadía ahí, finalmente llego a la Piazza San Pietro, -“#$%%/ qué ***che larga fila!! Pero ni ped*.
Sitio 2.- Maneja mi padre, nos salimos de San Cristobal, pasamos por las últimas calles coloniales antes de dejar atrás La Comercial Mexicana con su valla kilométrica mostrándonos la risa natural y hermosa de la esbelta Jackie Bracamontes*¹. Nos adentramos a la ‘selva’ -Uy Uy Uy, esto sí es aventura!! … Poco menos de media hora después llegamos a San Juan Chamula …
Sitio 1.- La entrada a la basílica + subir a las cúpulas + visitar los jardines (de lejecitos) + entrar al museo del vaticano= €€€ -¡¡WTF!! ¡¡Más les vale que desquite todo mi dinero!! No me importó, pues con descuento de estudiante fue una ganga*²
Heme ahí, en la Basílica, bajando a las catatumbas, observando el altar a la virgencita morena, subiendo a las cúpulas, viendo los hermosos y abundantes jardines verdes, saliendo de la Basílica y ahora haciendo fila para entrar al museo.
Sitio 2.- Apenas llegamos al pueblo nos invaden los niños tzotziles que a menos que les compremos algo no se irán, y aún comprándoles algo se aferran a uno, nos regalan pulseras que al ponerse indican apropiación del cliente por lo que nadie más puede ofrecernos artesanías. Preguntamos para entrar a la iglesia: -Deben ir a la oficina que está frente a la plaza central para comprar su boleto e ingresar a la iglesia. Sin chistar*³ adquirimos 4 boletos y hacemos fila para entrar.
Sitio 1.- Después de ver esculturas, pinturas, jardines, obras de arte milenarias y turistas regordetes sudando y fastidiados por la cantidad de horas que absorbe tan pequeño país me encuentro haciendo OTRA fila para entrar a la Capilla Sixtina –Vietato Scattare Foto. Entro y de repente me invade y embarga la emoción, una diarrea de incontenible nerviosismo me ataca, pisar el mismísimo suelo de Miguel Ángel y Botticelli, contemplar su obra maestra. Veo que sacan al turista parado a lado mío por sacar fotografías, pero DEBE haber alguna manera que mi gen mexicano me saque lo peor en mí y quiebre las leyes vaticanas. ¡LO VALE! DEBO tener una fotografía. Poco me importa una llamada de atención por los guardias, extradición, el egocentrismo católico, la hipocresía de Ratzinger, el religiosismo que tanto –considero- afecta a mi país. Y lo hice, ME ENORGULLECE, tengo mi foto, prueba fehaciente de mi emoción hemorrágica de aquél día.
Sitio 2.- Prohibido tomar fotos, videos. Se consignará a las autoridades a quién se le sorprenda infringiendo el reglamento. -¿Por qué tienen un espejo colgando cual dije todos los santos? ¿Por qué no hay banquitos para sentarse y la gente se echa al piso sobre ramitas de pino? ¿Por qué se embriagan y fuman dentro de la iglesia? ¿Por qué regañan a los santos que no les mantuvieron el trato? ¿Por qué me estoy mareando con estos humos psicodélicos? ¿Por qué los tzotziles brindan con refresco y le ofrecen Seven Up a los santos? IM-PRE-SIO-NAN-TE la materialización del concepto de sincretismo, IN-CON-CE-VI-BLE que aún en el siglo XXI sigan cohabitando sus costumbres pre con las pos colombinas, IN-DES-CRIP-TI-BLE el miedo que le tengo al señor que está borracho, vociferando y pegándole a la vitrina de aquel santo. IN-DE-FI-NI-BLE el nervio al ver mi reflejo en cada parte de la iglesia, pues todos los santos me regresan la mirada con sus espejos, IN-CON-TE-NI-BLE mi emoción, no quepo en mí, debo sentarme en los rupestres troncos a lado de la turista brasileña para apreciar este magnánime espectáculo. –Hmm y esto está más civilizado que hace 25 años (mi padre). Ahora entiendo porqué mi madre tuvo miedo cuando entró aquí hace 25 años.
*¹*²*³: Sarcasmo evidente.
=Fotos tomadas por mí en el Vaticano, penosamente no las hay de San Juan Chamula=
JAJAJAJAJAJAJAJA... Amé tu post! Chiapas es uno de esos lugares que me arrepiento TANTO de no haber conocido.
ResponderEliminarTe das cuenta de las diferentes maneras de "adorar" a dios. Los Tzotziles con su seven up y el vaticano con su riqueza enorme de la que tan sólo un poquito bastaría para dar de comer a un país africano... Triste, triste de verdad.
Tantas cosas que cambiar con el Vaticano y tantas que quisiéramos entender con los Tzotziles... Esas experiencias que tuviste son de lo mejor y en este post quedaron en una comparación bastante buena =D
ResponderEliminarLo primero que hice después de leer tu entrada en el blog fue buscar San Juan Chamula en Google Images. Tantas cosas raras, extrañas, tétricas y lúgubres en este pedazo de tierra entre dos océanos, arriba de un mundo en vías de desarrollo y abajo de una potencia mundial, y que orgullosamente llamamos "México".
ResponderEliminarJAJAJA yo también tengo mi foto de la capilla sixtina...oopsie...ese gen mexicano si que ayuda!! me gustó mucho tu post!! más la última parte!! excelente :D
ResponderEliminarExcelente! Me hizo reír en voz alta más de una vez.
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