La vida está llena de ciclos que se abren y cierran sin un calendario universal. Existen ciclos de producción, ciclos de crecimiento, ciclos de aprendizaje, ciclos de maduración, ciclos creativos, ciclos educativos, entre otros. A donde volteemos encontraremos ciclos, iniciando o terminando, empalmados o solitarios, independientes o comunales, los ciclos son una constante de la vida, y sobre todo de nuestra forma de percibir e interactuar con la vida.
La Pulquería cumplió un ciclo, tuvo un inicio y fue creciendo con el tiempo. Ese ciclo inicial se cerró, pero no significó la desaparición de este espacio, todo lo contrario, era necesario cerrar el primer ciclo para dar paso a las “mejoras” o mejor dicho las nuevas ideas y la frescura que pretende traer este nuevo ciclo.
¿Por qué pulquería? ¿Qué hace del pulque y del lugar en el que se vende un concepto interesante para llamar así a un blog?
Al pulque se le ha relegado por considerarse una bebida insalubre cuyo consumo se considera propio de los estratos más bajos de nuestra sociedad. Las pulquerías han sufrido de una persecución de las autoridades desde la colonia hasta la fecha. La venta de pulque suele ser castigada con impuestos, así se fue acabando con toda una tradición y borrando parte de nuestra cultura: la cultura del pulque. No sé si en verdad sea una industria perseguida de forma injusta o si existe una justificación válida. Lo que sé es que nunca es bueno minar la historia cultural de una nación y el que una industria de cientos de años se encuentre en un estado tan deplorable da mucha tristeza.
En una actualidad mexicana en la que podemos hablar de los 35 millones de mexicanos que reciben menos de nueve años de educación; de los 400 mil mexicanos que cada año buscan una oportunidad fuera del país, las 15,273 personas que murieron en el 2010 por el crimen organizado (sin mencionar los que van en el 2011 ni el total de vidas que ha tomado la “guerra” contra el narco); de los descensos de México en competitividad, educación y transparencia; es válido hablar de una industria cuya producción ha bajado en un 95% en los últimos años. Es loable regresar a las raíces y desde esa trinchera abrir un espacio en el cual incentivar el diálogo, el debate, la crítica, la creación y la creatividad.
El pulque, como todo, tiene diversos ciclos. Tuvo un ciclo de gran consumo, de bebida nacional. Tiene un ciclo de producción. Como cualquier producto tiene un ciclo de vida, con altibajos como cualquier otro ente. El ciclo del pulque parece haber terminado. En sus inicios el pulque era una bebida reservada para la aristocracia mexica, llamada “la bebida de los dioses” tenía múltiples vínculos místicos y propósitos religiosos. Durante la colonia, con la importación de otros tipos de licores, los españoles intentaron acabar con el pulque, al no poder bajar el consumo de pulque optaron por ponerle un impuesto para poder lucrar con su consumo. Durante muchos años fue la bebida más popular en México, representaba para el pueblo mexicano lo que la cerveza es en estos años: la bebida del pueblo. En el porfiriato volvieron a intentar acabar con el Pulque, por no ser una bebida refinada y europea. Después de la revolución mexicana el proceso contra el pulque continuó con campañas de difamación, gritos de insalubridad y vinculando al Pulque con las clases más bajas y las peores costumbres. De forma paralela la cerveza fue llenando el hueco del Pulque.
La producción de esta curiosa bebida nos habla de un ritual enlazado con la cultura del pulque y las tradiciones heredades desde la era prehispánica. El maguey es la base de todo, el maguey, junto al maíz, era un pilar de la vida en el México prehispánico, cuando la planta está madura se le arranca el corazón y se raspan sus paredes hasta lograr una cavidad, de la que manará el aguamiel (sin fermentar es una deliciosa bebida sulce) de las pencas durante un periodo que va de tres a seis meses. El tlachiquero (raspador) es el encargado de raspar el maguey y de extraer el aguamiel por medio de succión con un acocote (un tipo de calabaza larga), dos o tres veces al día. Deposita lo extraído en una botija o pellejo (cuero de pulque), para después vaciarlo en el tinacal, donde se fermenta. Una vez fermentado, el aguamiel, se convierte en octli o pulque. Así es el proceso, muy simplificado, de producción de pulque.
Habiendo pasado por la historia del pulque y su producción podemos saltar hacia el lugar en donde se vende: Las Pulquerías. El concepto de Pulquería es muy sencillo, una definición te dice que es un “establecimiendo comercial en el que se vende y se consume pulque, y a veces también alimentos.” (DEM). Pero cualquier definición se queda corta en su intento de definir una pulquería.
Las pulquerías eran centros de recreación. Las principales características de las pulquerías eran: la camaradería; el humor del que atiende; los músicos que acompañan a los comensales, guitarras, arpas y más; los juegos, rayuela, dados y la baraja española; tortillas acompañando un molcajete con una salsa intratable, sólo para los valientes; nombres curiosos representativos del humor y la creatividad mexicana, “Sal si puedes”, “No mas no llores”, “Al pasito pero llego”, “El recreo de los de enfrente” (existió por muchos años frente al antiguo Senado en la calle de Donceles); consejos y refranes en las paredes, “Si tomas para olvidar paga primer antes de tomar”, “aunque sea una hora a pata nunca está lejos la pulcata”, “vayan entrando, vayan pidiendo, vayan pagando, vayan saliendo” y en algunas también murales o pinturas de paisajes campiranos en las paredes. Éstos pintorescos locales se extendieron en la Cd. de México al grado que se decía que había uno en cada calle.
Así como las pulquerías de antaño la idea, en este blog, es ser un centro de diversión, reunión, discusión, reflexión; un lugar en el cual se compartan ideas, opiniones, posturas, visiones; perspectivas de nuestra realidad, de México, del mundo, de la vida. Quiero que la gente disfrute al son de nuestras palabras y que de vez en cuando decidan acompañar su pulque de cada día con una salsa llena de ideas picantes, de las que no son fáciles de digerir.
La invitación está hecha para cada lunes visitarme en esta pulquería en la que estaré como un tlachiquero raspando el maguey del lenguaje y las ideas, para obtener ese dulce néctar de palabras cuya fermentación nos entregará textos, narraciones y reflexiones, semana tras semana para verter en el tinacal de La Pulquería.
Twitter: CorvusPhil
Ya fue el momento del Tequila, el Mezcal esta en la cima, ahora es el momento de unirnos nuevamente y difundir la cultura del Pulque, bebida que por antiguedad merece ser la Numero 1 y darle el reconocimiento que merece, apoyemos y hagamoslo por Mexico!!!
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